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¿CUAL ES EL ORIGEN?  (3ra parte) Yendo a la raíz de aquello que nos hace sufrir.

LOS DESEQUILIBRIOS ANCLADOS EN EL CONFLICTO EXISTENCIAL.

El enorme problema de la incomprensión, la desconexión y el condicionamiento.

Casi todos los problemas humanos tienen como cimiento algún tipo de conflicto existencial.  ¿Qué es un conflicto existencial? Un problema muy profundo de incomprensión, que surge por el hecho de tener consciencia y poder darnos cuenta de la existencia, pero no llegar a comprenderla en su totalidad; esta incomprensión a su vez está relacionada con la vida, con uno mismo y con lo que nos sucede. La incomprensión es inaccesibilidad al misterio de la vida y de la existencia.

Los conflictos existenciales son producto de la condición básica que tenemos de no poder usar a pleno la inteligencia, solo podemos utilizar más o menos el 10 %, y para comprender la existencia necesitaríamos el 100 % de acceso a los recursos de nuestro cerebro. La inteligencia es un exquisito subproducto de la consciencia.  Y es justamente en la limitada utilización de la inteligencia donde se esconde uno de los principales condicionamientos humanos, porque somos conscientes del límite de la capacidad utilizable. Esto nos hace seres esencialmente limitados en la capacidad de comprender.  Por otro lado, no podemos acceder a las memorias que se guardan en nuestros átomos, nos hemos olvidado de casi todo, de quienes somos o de dónde venimos, por ello estamos perdidos.

Entonces tenemos dos problemas fundamentales, inteligencia limitada y memoria bloqueada.

¿Quién soy? ¿Por qué existo? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el origen? ¿Cómo se ha creado todo? ¿Por qué estoy aquí? La ausencia de respuestas a estas preguntas existenciales -o que surjan respuestas parciales o superficiales-  nos crea un fondo de incertidumbre, de duda y de sin sentido. Muchas personas lo resuelven creyendo en algo o alguien, encontrando respuestas elaboradas con ideologías, creencias o elucubraciones. De esa manera encuentran paz interior y dejan de preguntarse. Otros prefieren vivir por debajo del umbral de la consciencia, en relación íntima, apegada y obsesiva con lo material, alienados de cosas para hacer, y cuanto más automáticas y programadas mejor. Sea cual sea la reacción de cada individuo, en el fondo se está asumiendo una actitud ante el misterio.

Estos conflictos existenciales por ausencia de respuestas y comprensión producen problemas de todo tipo, tanto a nivel interno como externo. En lo interno puede producir cuadros de ansiedad y/o depresión, desmotivación, falta de sentido, aburrimiento, etc. Y en lo externo puede producir inconsistencias operativas, altibajos emocionales, adicciones, relaciones conflictivas, suicidio…  es obvio que ante la posibilidad de vivir desorientados y perdidos, nos busquemos la vida tratando de distraernos y aferrarnos a algo o alguien.

Las personas que se dedican al cuerpo, a lo material, al pensamiento, a conseguir objetivos o a alcanzar metas, es gente por lo general que se evade de entrar en los conflictos existenciales, evitan la reflexión profunda y prefieren meterse de lleno en las creencias, los placeres físicos, las posesiones, etc. Pero las personas que buscan lo espiritual, la evolución interior, el crecimiento personal, el bienestar en lo natural, es gente que por lo general han reconocido tener algún conflicto existencial que le ha abierto la búsqueda. Se cuestionan como son, la vida y los motivos por los que la existencia les ha hecho de esa manera.

A nivel práctico y operativo, los conflictos existenciales afectan tremendamente en las personas, en sus estados de ánimo, en su felicidad.  No es lo mismo vivir sabiendo porqué estamos aquí, que vivir sin saberlo o teniendo una confusión al respecto.

¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué existo? ¿Por qué soy como soy?

Preguntar ¿por qué? Es adentrarse en el conflicto existencial. Cuando un niño pregunta ¿Por qué hay carteles en las carreteras? Puedes responderle “Porque con eso se evitan accidentes” pero el niño te preguntara luego ¿Por qué hay accidentes?  Y le podrás responder cualquier cosa, como ser: “porque le gente no respeta las reglas” y el niño seguirá preguntando ¿Por qué hay reglas? Una de las posibles respuestas sería “Porque a la gente le gusta desobedecer” ….  Es probable que la próxima pregunta fuera ¿Por qué existe la desobediencia?  De esta manera podríamos llegar al momento del Edén en el que el hombre decidió, respetando su derecho al libre albedrío y eligió comer el fruto desobedeciendo la orden divina. Pero se podría ir mucho más allá si siguiéramos preguntando ¿Por qué…?

Si hiciéramos una encuesta preguntando ¿Por qué existes? Habría varios grupos de respuestas, uno de esos grupos apuntaría al misterio de la existencia, respondiendo:

  • Por accidente.
  • Por casualidad.
  • Porque sí.

Otro grupo positivista apuntaría a un tipo de respuestas más prácticas:

  • Porque tenía que cumplir una misión.
  • Porque es un regalo de la existencia.
  • Porque la creación o Dios nos ha dado la oportunidad de disfrutar.

Otro grupo más negativo respondería:

  • Porque debía ser castigado.
  • Porque alguien se ha equivocado o ha habido un error.
  • Porque el creador es un cabrón.

Otro grupo más imaginativo respondería:

  • Porque la consciencia quería experimentar dentro de la materia.
  • Porque se está probando un juego, ya que alguna inteligencia ha creado esta realidad virtual en la que nos creemos que es real, para ver cómo nos desenvolvemos.
  • Porque todo lo que vivimos ya ha ocurrido y se debe repetir para corregir errores.

¿Cuál sería tu respuesta?

Cualquiera sea la respuesta que elijas o elabores, no será suficiente para eliminar el sufrimiento; porque los problemas existenciales no lo provocan sino que lo acompañan.

El sufrimiento es una elección, más o menos consciente o inconsciente, pero es una decisión, mientras que la dicha es algo natural que no necesita de ninguna elección sino todo lo contrario, ya que llega cuando se deja de elegir y se comienza a fluir. La felicidad es un derecho inherente a todo ser humano, para no ser felices debemos tomar decisiones, debemos hacer cosas, debemos plantearnos objetivos, debemos poner piedras en el camino, debemos asumir actitudes destructivas, debemos resistirnos y luchar, debemos defendernos y atacar…  hay tantas cosas que hacer para ser infeliz. Pero para ser feliz no hay que hacer nada, solo es suficiente con observar como testigos sin sacar conclusiones acerca de nada.

La experiencia humana es fundamentalmente una experiencia de desconexión.  Estar desconectados de la fuente significa que no sabemos la procedencia, que no podemos estar en contacto con el origen de donde provenimos.

Existen muchas causas del sufrimiento humano según diferentes escuelas filosóficas o maestros de todos los tiempos:

  • La necesidad de controlarlo todo.
  • Querer que los hechos y las personas sean de otra manera.
  • Obsesionarse por lo que no puede ser.
  • Poseer y aferrarse a las posesiones.
  • Desear lo que no se puede tener ahora.
  • Pensar que el pasado debiera haber sido diferente.
  • Querer que los otros cambien su manera de ser.
  • No aceptar lo que somos en todo momento.
  • No poder disfrutar de la vida.
  • Hacer cosas que no nos gustan o que no sentimos hacer.
  • Apegarnos a cosas, creencias, personas y relaciones.
  • Haber tenido traumas no resueltos o no sanados.
  • Tener una actitud negativa o pesimista antes las cosas y personas.
  • Haber cerrado el corazón para no sentir y evitar el dolor.

Mi posición al respecto del origen del sufrimiento es diferente en el sentido de que esas causas en realidad son consecuencias de otra causa más profunda, a esa causa más profunda le llamo el origen. Y a mi modo de percibir es la Consciencia; que en este plano material y transitorio ha dado la posibilidad de crear y tener inconsciencia.  Todos los puntos mencionados antes son subproductos de la inconsciencia. Por ejemplo: solo siendo inconsciente puedes querer controlarlo todo o perderte la oportunidad de disfrutar de la vida. Solo desde la inconsciencia se puede cerrar el corazón para no sentir dolor.

Cuando la consciencia está dentro de un espacio finito, limitado, perecedero, condicionado, como por ejemplo estar dentro de un organismo vivo, a dicho organismo se le creará una capacidad de darse cuenta de la existencia y de su propia existencia. Esta capacidad es tan abrumadora para un ser vivo que inevitablemente tendrá que crear inconsciencia para poder esconderse, olvidarse y moverse por espacios mucho más cómodos y automáticos, más limitados y fáciles de acceder. La consciencia es infinito y unidad, la inconsciencia es limitación y dualidad. Vivir con consciencia es estar todo el tiempo limitado, dividido y desconectado.

Esta experiencia humana, tal como ha sido diseñada o nos ha tocado atravesar, es un deambular por la inconsciencia, tratando de ser conscientes; tratamos de mil maneras y creando todo tipo de técnicas para ser más conscientes. Es una experiencia de incomprensión a la que nunca nos acostumbramos por ello muchos buscamos denodadamente comprender.

La incomprensión es consecuencia de la inconsciencia y forman parte de la condición humana. Por ello afirmo que la experiencia humana es una experiencia de desconexión que genera una búsqueda espiritual de reconexión recuperando la consciencia y la comprensión. Muchos afirman que quisieran estar conectados a la fuente todo el tiempo, a veces lo consiguen por un tiempo y luego se desconectan, sufren por ello, se culpan por ello, intentan de todas las maneras posibles retornar a la conexión perdiendo de vista que la experiencia humana es básicamente de desconexión.  Somos una energía espiritual que ha sido separada de la fuente para vivir en un cuerpo y teniendo la posibilidad de tener experiencias humanas, corporales y condicionadas.

Acceder al infinito es liberar toda la inteligencia, acceder a la eternidad es liberar todas las memorias. Pero al estar desconectados no tenemos acceso. Antes estas dos grandes limitaciones nos predisponemos a sufrir en la ignorancia y el olvido.

Para poder comprender el origen del sufrimiento debemos abrir el corazón a la incomprensión para adentrarnos en las diferentes condiciones a las que hemos sido sometidos.  Pero eso lo dejo para el próximo artículo.

Alberto José Varela

[email protected]

Si quieres participar en nuestros laboratorios de investigación de nosotros mismos, utilizando sustancias psicoactivas o enteógenas y también abordajes psicoterapéuticos con dinámicas emocionales, puedes asistir a los Retiros de Evolución Interior. En algunos utilizamos Ayahuasca y en otros Bufo Alvarius, siempre acompañados de integraciones psicoterapéutica y métodos de autonococimiento.

 

PRIMERA PARTE DEL ARTÍCULO:

https://albertojosevarela.com/yendo-a-la-raiz-de-aquello-que-queramos-resolver/

SEGUNDA PARTE DEL ARTÍCULO:

https://albertojosevarela.com/cual-es-el-origen-yendo-a-la-raiz-de-aquello-que-queremos-que-se-termine-segunda-parte/

https://albertojosevarela.com/en/lp/retiros-espanol/

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Alberto José Varela

Fundador de empresas y organizaciones; creador de técnicas, métodos y escuelas; autor de varios libros. Estudiante autodidacta, investigador y conferencista internacional, con una experiencia de más de 40 años en la gestión organizacional y los RRHH. Actualmente crece su influencia en el ámbito motivacional, terapéutico y espiritual a raíz del mensaje evolutivo que transmite.

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