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DESCUARTIZANDO AL RECHAZO (2da parte) ¿Por qué utilizamos el rechazo y la aceptación como armas de manipulación?

SECRETOS DE LIBERTAD Y FELICIDAD.

¿Y si en la actitud ante el rechazo estuviera el poder de salir de todo sometimiento?

Para descuartizar el rechazo hay que desarticularlo poco a poco. Solo la consciencia puede hacerlo metiéndose en su estructura. Por eso propongo profundizar más.

Hace unos días estaba en un restaurante junto a mi compañera Paula y a Érica, una amiga y compañera de trabajo; también estaba mi hija Amelýs de 10 años y Samuel el hijo de Érica de 8 años, mientras ellos juegan con el móvil, yo llevaba un buen rato explicándole a Erika y Paula el proceso que comprendí hace casi 20 años cuando una noche de Ayahuasca se me reveló este maravilloso secreto. ¿Cómo dar el salto del  rechazo a la aceptación? ¿Cómo salir del juicio para acceder al más puro sentimiento de inocencia? ¿Cómo dejar de sentir injusticia para comprender la infinita perfección?

Les compartí a ellas el origen de mi comprensión sobre el rechazo y la aceptación. El proceso que me fuera revelado lo comparto con miles de personas que asisten a la Escuela Consciente, en resumen consiste en atravesar cada una de las estaciones que nos llevan de la indignidad a la dignidad.   La indignidad es la conclusión de que no nos merecemos nada, o que nos merecemos lo peor.  La dignidad es el sentimiento de que solo nos merecemos lo mejor.   La indignidad está relacionada con la culpa, y la dignidad con la inocencia.

Estaba diciéndoles: “Lo primero a reconocer es que sin darnos cuenta ACEPTAMOS SER RECHAZADOS. Lo segundo es ser conscientes de que RECHAZAMOS SER ACEPTADOS. Lo tercero es acceder a la inevitable actitud de RECHAZAR EL RECHAZO. Y lo cuarto es….”   Cuando voy a decir la cuarta estación, me interrumpe Samuel (de 8 años de edad) para decirme enérgicamente: “Si rechazas el rechazo actuará el karma, porque aunque estés rechazando algo que te duele es un rechazo igualmente”  (textual) el momento fue glorioso para mí porque no es un niño quién me lo dijo, sino la inocencia, escuché la voz de la consciencia no la de Samuel.  A partir de ahí seguí el dialogo con el niño, le dije: “Venimos de una larga y dolorosa historia de juicio y rechazo, seguramente a ti te rechazan tus padres o amigos de alguna manera, y eso duele; para poder salir de ahí hay que seguir un orden de acciones que poco a poco nos van a ir sacando del infierno de la indignidad. Porque se trata de vivir en la felicidad de que nos acepten y aceptar, pero para ello hay que llegar a ACEPTAR SER ACEPTADOS. Esto no se consigue si no atravesamos la estación de  rechazar el rechazo, pero es solo un paso en el camino, no es para estar ahí para siempre. Si otro niño te rechaza y tu aceptas el rechazo estarás comiendo mierda y te llenarás de ira.  Pero no hace falta rechazar al niño que te rechaza sino al rechazo, puedes decirle a ese compañero de clase que te rechaza “yo no quiero tu rechazo, no me lo merezco, porque yo no te rechazo, rechazo tu rechazo pero no te rechazo a ti”  en ese momento Samuel se le fue la mirada hacia algún momento de su vida en la que seguramente ha sido rechazado. Luego me regaló una sonrisa de comprensión, mi hija estaba muy atenta a comprobar que Samuel lo hubiera comprendido por eso no dejaba de mirarle con atención; ellos siguieron jugando y yo continué escribiendo en un mantel de papel los pasos de lo que se me había revelado. Erika y Paula recocieron cual es el punto en el que se encuentran en relación al rechazo, y eso es muy sano para el proceso de evolución interior de cualquier persona. Paula sacó foto al papel y Erika se llevó el original en su cartera. Allí había detalles muy valiosos del proceso.

 

RECONOCER EL USO INCONSCIENTE DEL PODER DEL RECHAZO

Al rechazar es como si le transmitiéramos una descarga eléctrica muy dolorosa a quienes no hacen lo que queremos o no nos dan lo que necesitamos.  Si sabes utilizar el rechazo sabes manipular. Pero la parte más exquisita de la manipulación proviene del uso de la aceptación como anzuelo para atrapar a quienes están desesperados de hambre de amor. Aceptar no es amar, es solo una parte, pero se utiliza la falsa aceptación para hacer creer que amas y con eso raptas a la victima para jugar al juego de dominar.  Te acepto porque sé que es lo que necesitas, con ello te atrapo, y si no me obedeces o no me das lo que te pido te rechazaré. Estamos ante uno de los juegos más macabros de la humanidad, el origen de las guerras y conflictos, el origen del maltrato de género y de los movimientos terroristas. Solo basta con saber usar bien las dosis de aceptación y rechazo en el momento justo.  Si miras las caras de la mayoría de gente que dirigen a personas a nivel político o religioso, podrás ver los gestos del rechazo; rechazan otras creencias, otras ideologías, otras maneras de hacer las cosas, rechazan a quien es diferente. Cuando miro la cara de la gente que me rechaza a mi o la manera que propongo abordar la evolución interior solo puedo sentir compasión por ellos, no quisiera estar en sus vidas. Encarnar el rechazo crea formas físicas, gestos, movimientos, miradas, y todo tipo de patologías. No hay nada más horrible y espantoso que la cara del rechazo.

 

VIVIMOS EN FUNCIÓN DEL RECHAZO Y HEMOS CREADO UN APASIONANTE JUEGO MANIPULADOR:

Los 4 grupos tipos de jugadores al juego de la manipulación están basados en cuatro tipo de reacciones que se tienen con el rechazo y la aceptación:

Primer Grupo de jugadores: Todo lo que hacen es para ser rechazados. Como si estuvieran programados para hacer las cosas de tal modo que le rechacen. Están prediseñados para emanar rechazo. Lo hacen tan bien que pareciera que hubieran ido a una universidad para aprender a ser rechazados y a decir o hacer todo tipo de cosas para crear rechazo. Aceptan el rechazo venga de quien venga y de donde venga porque les apasiona.

Segundo Grupo de jugadores: Todo lo que perciben el exterior es negativo, para poder rechazar. Interpretan los hechos, las palabras, las miradas como una agresión, como si todo fuera un juicio sobre ellos, usan la aparente hostilidad externa para rechazarlo todo. Están a la defensiva de todos porque creen que en cualquier momento le van a hacer daño. Son coleccionistas de justificaciones para rechazar.

Tercer  Grupo de jugadores: Todo lo que hacen es para evitar ser rechazados. Toman todo tipo de medidas preventivas para asegurarse que de nadie les rechace. Son capaces de complacer, sonreír, dar, e incluso permitir que le hagan cosas que no les agrada con tal de no experimentar el rechazo de nadie. Son amantes de la falsa aceptación, les encanta crear aceptación en otros a base de concesiones.

Cuarto Grupo de jugadores: Todo lo que hacen es para evitar ser aceptados. Expertos en autoexcluirse cuando tienen la oportunidad de ser protagonistas, tienen instalado un mecanismo de sabotaje que se activa cuando comienzan a hacer algo bien, porque no  resistirían ser felicitados, reconocidos, aplaudidos. Es un tipo de rechazo pasivo y muy delicado, es el rechazo a la aceptación. Cuando les llega el amor o la abundancia huyen despavoridos.

 

El uso del rechazo está extendido en todo el mundo. El rechazo se utiliza como arma arrojadiza para manipular a otros, para dominar y controlar. Es de uso gratis, y se puede utilizar de muchas maneras y a toda hora.  Sabemos que duele mucho, que lo evitamos y que nadie quiere experimentarlo dado que está en nuestra memoria emocional desde muy niños en donde hemos sido rechazados de múltiples maneras más o menos evidentes o sutiles. Sobre la evitación al rechazo y la necesidad de aceptación se sustenta el juego de la manipulación y el chantaje emocional. A no ser que dejemos de jugarlo no podremos conocer jamás el deleite de la aceptación incondicional.  Cuando se juega ese macabro juego en el que se usan dosis muy controladas de ofrecimiento de aceptación y amenaza de rechazo, se está creando una estructura adictiva a dicho juego. Hay millones de adictos  a este nefasto juego. Se juega así: Yo te juzgo y tú me rechazas, yo te rechazo y tú me juzgas,  tú me rechazas y yo te difamo, yo te acepto a cambio de que me aceptes y te voy a rechazar si me rechazas, yo me exijo para rechazarme y ser rechazado, yo te exijo para no aceptarte como eres… hay muchos tipos de movimientos en este juego. Aclaración muy importante para jugar a este juego:  No está permitido aceptar de verdad. Si tú me aceptas sin condiciones y sin ninguna amenaza de rechazo me iré muy lejos de ti porque no estoy preparado para ser aceptado sin amenaza de rechazo. Cuando nos encontramos con alguien que nos acepta incondicionalmente nos enfrentamos a una dura prueba porque los mecanismos inconscientes que gobiernan nuestras reacciones es el rechazo. Entonces se pondrá en marcha el operativo que detenga, cual ejército protector, la llegada de la aceptación, porque esta sería devastadora para una psiquis programada sólo para el rechazo.

Cuando llega la aceptación auténtica se abre la posibilidad de abandonar el juego. Aceptar de corazón es crear las condiciones para que se desarme el juego que nos hace sufrir. Abrirnos a la aceptación, recuperando la inocencia perdida, trascendiendo la culpa, reconectando con la dignidad natural de sentir que nos merecemos el amor, la abundancia y la prosperidad en todas nuestras relaciones, y en todo lo que hacemos y participamos. En esto profundizare en la tercera parte de esta serie de artículos sobre el descuartizamiento del rechazo.

Alberto José Varela

[email protected]

 

https://albertojosevarela.com/secretos-de-abundancia-y-prosperidad-1ra-parte-descuartizando-el-rechazo-impiden-la-llegada-de-lo-que-nos-merecemos/

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Alberto José Varela

Fundador de empresas y organizaciones; creador de técnicas, métodos y escuelas; autor de varios libros. Estudiante autodidacta, investigador y conferencista internacional, con una experiencia de más de 40 años en la gestión organizacional y los RRHH. Actualmente crece su influencia en el ámbito motivacional, terapéutico y espiritual a raíz del mensaje evolutivo que transmite.

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